martes, 16 de octubre de 2012

Ruta: Tejo de Barondillo

El pasado viernes 12 de octubre, algunos miembro del Toletole,(Pedro y Carmen,Ana,Monica,Mariano,Vitorrrrrrr,Marichu,Raquel y un servidor) nos reuníamos para hacer una ruta de senderismo en la zona de Rascafria.La idea era conocer el tejo(Taxus bocatta) mas longevo de la Península Ibérica.

Una vez repartidos en los coches,nos dirigimos a Navacerrada para tomar contacto y aclimatarnos a las bajas temperaturas que por esa zona son frecuentes,tomado el cafetito de rigor nos ponemos en marcha dirección Rascafria,los GPS ya empiezan a funcionar para buscar el área recreativa( la isla) en la cual empieza la ruta.

Aparcados los coches y hecha la foto, comienza la ruta:

Rápidamente cogemos la senda y en pocos metros tenemos un salto de agua en la presa del pradillo, continuamos pero muy despacio pues aquí hay donde entretenerse con los distintos hongos que pintan el suelo de unos colores preciosos.Aqui es donde nos damos cuenta de la ausencia de nuestra micologa(Cristina).Un robledal estupendo, musgos y un afluente del Lozoya digno de mencionar por su buen estado de conservación, hacen que nos entretengamos para disfrutar y hacer fotos.Un par de metros mas arriba cogemos la pista que nos llevar a nuestro objetivo el tejo milenario de Valhondillo.Entre risas y batallitas vamos poniendo algún kilómetro de por medio y nos metemos en una tejeda increíble, serpenteando el valhondillo y ganando altura nos adentramos en un paisaje increíbles según subimos consultamos el gps,la informacion:un par de nubes y dos curvas.Pasada media curva y una nube,tenemos que sacar los trajes de agua y seguir el camino nos queda curva y media.Una vez caladitos y pensando en el bocata damos vista a la explanada que finaliza el camino y da vistas a varios tejos de porte realmente importantes, pocos metros abajo esta el nuestro, el tejo de Valhondillo al que se le estima una edad de 1500 2000 años.Llueve de verdad,saco la cámara para hacer unas fotos para dar fe de nuestra presencia y rápidamente ponernos en marcha camino abajo no podíamos disfrutar de esta belleza como se merece...el agua hace que el descenso sea rápido y así entrar en calor,cogemos el toletole y algún kilómetro mas abajo deja de llover, seguimos caminando y respirando ese ambiente que solo la lluvia deja en el campo,nos reagrupamos y decidimos hacer uso de una pradera exclusiva para sacar la merienda.Tres rayos de sol, uno pa sacar el bocata,otro pa prepararlo y otro pa comerlo,dicho y hecho,tomado el cafetito y el chocolate nos ponemos otra vez en marcha para terminar los pocos kilómetros que nos restan.

Un día perfecto y una ruta inolvidable todo hubiera sido ideal si el equipo de senderismo hubiera estado al completo.

                                                                             

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