miércoles, 23 de marzo de 2011

ATLETAS DEL CLUB TOLETOLE PARTICIPAN EN VII MEDIA MARATÓN DE VILLARROBLEDO.

Dentro de los planes de entrenamiento y formandoparte de la preparación para el Maratón de Madrid de 2.011, el grupo de atletas del Club ToleTole, a un mes vista de la prueba; se dieron cita el pasado domingo 20 de marzo, en el aparcamiento del Salto del Caballo, con el ánimo de dirigirse a la localidad manchega de Villarrobledo para tomar participación en la Media Maratón que organiza el Club de Atletismo El Pinar de esa ciudad.

Desde muy temprana hora, van acudiendo al habitual punto de salida, en una mañana que, esta vez si, promete ser esplendida; los cada vez, menos corredores de ToleTole que van siendo respetados por las molestias y lesiones, para partir hacia Villarrobledo y, una vez hayan superados los mas de 180 Km que les esperan a la espasmódica velocidad de 110 Km/h através de un paisaje que aburre hasta el silencio, participar en esta prueba.

Por allí van acudiendo, Antonio Aranda, Tomás Orgáz, José Manuel, José Antonio Salmantino, Teresa, Oscar y el que os relata la crónica, para una vez guardados los minutos de cortesía correspondientes, pues aguardábamos a Moisés, hacia la 7:15 horas partimos hacia Villarrobledo sin más demora, pues largo trayecto nos espera.

Por el camino, casi se nos agotan las conversaciones, esto no es como ir a Madrid, no nos parecía que estuviera tan largo “debe ser por el límite de velocidad”. Hacia las ocho y media y guiados a la perfección por el Salmantino, que todo hay que decirlo, vivió por aquí hace un año, nos adentramos en Villarrobledo en búsqueda del aparcamiento, que a ser posible, a de estar lo más próximo al Pabellón de la zona deportiva, donde tiene lugar la entrada y salida.

Una vez allí, dejamos los coche y sin demora no s prestamos a ir a recoger los dorsales, la mañana esta fresquita y hace por aquí un vientecillo que si no va a más, puede que no afecte mucho, pero el sol brilla esplendido. Por el camino y en el Pabellón el ambiente que se respira, nos va poniendo con la tensión previa de toda carrera y lo que es habitual, obligada visita a “Roca”, todo esta preparado.

Recogidos los dorsales y visitado Roca; ¡ala! de nuevo a los coches para vestirse o desvestirse según se mire y calentar, que luego siempre nos quedamos cortos.

Ataviados con el equipo y aplicadas las pomadas y vaselinas de rigor; comienza calentamiento, esta vez, por las inmediaciones de la salida ya que hay espacios suficientes y todos ellos muy cercanos. La tensión y el habitual nerviosismo se respira por donde mires, unos estiran, la mayoría corre, otros saltan, se esprinta a ratos, saludos a los compañeros, palmaditas, y deseos mutuos de buena suerte. Y el speaker anuncia que en cinco minutos se dará la salida.

Con puntualidad meridiana se da la salida y comienza el sufrimiento, viene ahora un momento malo, pues la aglomeración de corredores al salir, te puede jugar una mala pasada, un pisotón, los cordones que te empujen o que tu empujes y a todo esto sin perder posición y ritmo. Bueno esto es medio kilometro mas o menos y con tantas cosas en la cabeza y sin querer, te plantas en el primer Kilómetro y también como siempre, a un tiempo que nos querías, ahora toca regular.

Estos primeros kilómetros, me encuentro bastante pesado de piernas y hay que ¡jod…se! que dolor de tibiales y de pies, se que esto se va a pasar, pero hasta que llegue, me toca padecer un poco. Veo al amigo José Antonio el “Salmantino” que me sigue los pasos, incluso hay un buen rato que lo llevo delante tirando como un valiente; debe ser que el encuentro con los compañeros de su otro Club (el de esta localidad), le da fuerzas y buen rollo “Le veo con ganas de hacerme compañía y muy sobrado”.

La carrera se desarrolla con un continuo callejeo por el pueblo, para dirigirse a ratos por el extrarradio en unas avenidas algo más amplias. En sus primeros cinco o seis kilómetros, aunque a su salida tiene un pequeño repecho de unos 300 m. se desarrolla con un perfil más bien llano y zonas preferentemente de bajada, para volver a introducirse de nuevo por el casco antiguo del pueblo.

Las molestias de las piernas dan paso ahora hacia el kilómetro siete a un principio de flato, que no se, a cuento de que, me ha venido por lo que mi preocupación a parte de no bajar el ritmo es controlarlo para que no vaya a más. El Salmanatino, que ya no va delante sino que ahora lo llevo al lado, suspira de alegría porque aduce ir a un ritmo como el mío y yo que con el flato que llevo, que no termino de encontrar el mío “paradojas” y encima, hacia el kilómetro nuevo o nueve y medio, comienza la carrera a encarar una subida por una larga recta que te devuelve hacia la zona deportiva de donde partió la carrera y donde debe comenzar la segunda vuelta. Quien dijo que esto era todo llano, ¡pues no! Villarrobledo tiene repechos y este último, que no por su pendiente (que no es mucha) sino por su longitud, se hace bastante pesada y encima con el flato a cuestas.

Paso por la primera vuelta y comienza de nuevo el recorrido por el pueblo para completar la media. Por fin, aprovechando el terreno favorable que caracteriza la primera parte de la vuelta y eso del kilómetro catorce quince, callejeando por el centro de Villarrobledo, consigo desterrar la molestia que me venía fastidiando y comienzo a encontrarme bien y a mi ritmo de carrera, José Antonio poco a poco veo que se me va despegando y le pierdo contacto. Poco a poco voy alcanzando y pasando algún que otro corredor, que posiblemente vaya acusando ya el esfuerzo de la carrera y el calor que ya se va notando y bastante cuando se discurre por dentro de la población,

Por fin, la última subida ¡la larga! Aquí intento echar el resto pues es poco lo que queda para el final y de algún modo, quiero recuperar algo de lo que pudiera haber perdido con el flato. La cuesta y eso que no es mucha, a estas alturas del kilómetro diecinueve y medio, se pega como un demonio, pero nada, ¡apretar los dientes y a por ello!. Sigo pasando algún que otro corredor más y de repente, me encuentro con una pared en mitad de la cuesta formada por cuatro señoras de rosa plácidamente andando, que me obliga a esquivarlas dándoles un rodeo.

Desde el comienzo de la subida, venia percibiendo el trote respiración de algún corredor que me iba siguiendo el ritmo y pensé en si sería El Salmantino que había conseguido alcanzarme. Pero una vez alcanzado el final de la cuesta y antes de tomar el giro a la izquierda en dirección al la entrada a la zona deportiva, pude comprobar que no era el, sino otro corredor que finalmente tuvo la delicadeza de no disputar la llegada, sino que quiso que entráramos juntos, haciéndolo un paso detrás mío. ¡Saludos al anónimo corredor por el detalle!.

¡Por fin!, y casi sin aliento, pulsas el botón de star del cronómetro y te dices a ti mismo, otra prueba más terminada.

Clasificación de los miembros de ToleTole:

Juan Alfonso Román Sánchez 1:24:54 3º Veteranos D










José Antonio Martín Hernández 1:25:54 22º Veteranos B

Oscar Díaz Vazquez 1:30:02 29º Veteranos A

José Manuel Zaragoza Rullo 1:40:59 46º Veteranos C

Antonio Aranda Moreno 1:41:24 27º Veteranos D


Teresa Escobar 1:43:35 Veteranas E





Tomás Orgáz Palomino 1:46:49 44º Veteranos D

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